Ir al retratista, una costumbre que hoy en día se ha perdido.

Hace unos años cuando una familia quería perpetuarse en el tiempo con una fotografía bien hecha y con los retoques necesarios para quedar sorprendentemente estupenda para la prosperidad, acudía a casa del retratista, un fotógrafo profesional que hacía su trabajo de una manera magnífica y eficiente.

Todos guardamos en una caja de zapatos muchos de esos retratos en los que nuestros antepasados e incluso los que ya tenemos una edad, hemos quedado para la historia. Aun teniendo cámara fotográfica en casa, era de rigor hacerse un retrato profesional, aunque fuera una vez en la vida.

Pero, anteriormente la cosa se complicaba más y el retrato como tal solo era cosa de gente pudiente. De gente de “alto standing” diríamos ahora. La fotografía aun en sus inicios, todavía no había cogido suficientemente ese “nicho de mercado” y la pintura era lo natural a la hora de retratarse.

Guillaume Apollinaire en el Museo PicassoAtraído por mi “ego” me he dispuesto a visitar la exposición que en el Museo Picasso y con el título genérico de “Retrats” da un paseo por los retratos que en su día realizó el genial pintor.

Con una disposición cronológica, nos muestra la evolución de la forma de retratar a diversos personajes empezando por su padre, por sus amigos en Barcelona y en su época de París a diferentes personajes que, a principios de siglo, poblaron una ciudad que en aquellos momentos era la meca de todo artista.

Se pueden observar sobre todo dibujos y croquis de todos tipos en los que el artista trazaba los esbozos de sus futuros retratos. No desprovistos de una cierta sátira, en algunos de ellos se roza la caricatura y en otros más trabajados, se ve la capacidad de dibujo que tenía Picasso. Sin duda, uno de los artistas que han sabido trabajar mejor esta temática básica que yo considero fundamental para ser un artista de verdad. Una técnica sin trampa ni cartón y dicho de paso ignorada y despreciada actualmente en todas las Facultades de Bellas Artes.

NUsch Elouard en el Museo PicassoTambién por supuesto hay obras más “importantes”, lienzos en su mayoría óleos y a modo de curiosidad, algunas esculturas. Ya sabemos que este artista era un “todoterreno”.

Las pinturas abarcan desde su época azul, pasando por su cubismo más personal y terminando en el retrato esquemático donde no importa tanto el reflejo exacto del personaje como su personalidad.

Picasso, retrató durante toda su vida, y el hecho de no trabajar nunca por encargo le dio una libertad inusual en este tipo de técnica. También estudió y trato a los grandes clásicos en este trabajo como Velázquez o Rembrandt y hasta hizo caricaturas de ellos mismos con el sarcasmo habitual y esa fina ironía que lo caracterizo durante toda su vida.

Olga Khokhlova en el Museo PIcassoYo que solo soy un perro de mármol hubiera deseado un retrato de Picasso, aunque solo fuera un esbozo, pero al menos en esta exposición, el mundo animal no está representado. Aunque sé que este artista tuvo debilidad por los toros y su entorno…no es mi caso, de toro tengo muy poco y posiblemente me hubiera ignorado.

Aunque con las técnicas de hoy en día he conseguido mi retrato, al menos imaginado, realizado por Pablo Picasso.

Frankie en el Museo Picasso