Alguien muy querido nos comentó el otro día en Facebook que estábamos muy didácticos.

La verdad es que quizás sin quererlo se nos “vea el plumero” en ese sentido pero, en principio no era esa nuestra intención.

A veces, vale la pena tomarse un poco a broma “el estado de la Nación”.

Y como no hay vuelta atrás y nos gusta, seguimos con la “docencia”.

Os cuento otra de las maldades que se han relacionado con este sector.

“Al final de los locales donde se ubica una Galería de Arte, suele haber una mesa, hoy en día incluso, con un ordenador, y detrás de ella una persona, a menudo de aspecto aburrido, que lo primero que hace, es observarnos de arriba abajo cuando entramos y eso, eso corta, quiero decir que no ayuda en absoluto a entrar”.

Si eso fuera cierto, yo os propongo hacer lo mismo, mirarla directamente a los ojos y aunque ella, seguramente, no lo haya hecho, deseadle un saludo sonoro, “buenos días” por la mañana, “buenas tardes” tras el mediodía. La habréis vencido por completo. Tras ello, disponeros a ver lo que se expone.

Lo que explico que quizás fue cierto en su día, se terminó. El mismo que os dice lo difícil que es entender de Arte, es el mismo que difunde esta historia.

Y no quiero señalar…..

Al galerista del siglo XXI le gusta que entre la gente, que mire y que pregunte. Que pregunte cualquier cosa que le apetezca sobre lo que hay expuesto. No hay pregunta vana. Porque vosotros, os lo aseguro, y os lo dije el otro día, sabéis tanto o más de Arte que él. Al menos del Arte que a vosotros os gusta y emociona.

Y por último una cosa muy importante, no es necesario ser comprador. Al igual que muchas veces entráis en cualquier sitio para mirar, para escoger aunque sea mentalmente, que os agrada o no, en una Galería de Arte podéis hacer lo mismo. Nadie os pondrá ningún inconveniente. Cuanto más miréis más criterio os creareis y por tanto, todavía entenderéis más de Arte.

De vuestro Arte…

Pasillo