La Tate Modern ha dedicado una exposición a Georgia O’Keeffe, la pintora de las flores y los desiertos. Ya conocía alguna de sus obras pues en el Museo Thyssen hay expuestas unas cuantas y me habían parecido de una delicadeza excepcional. Todo y huir de cualquier tipo de elitismo intelectual, esta mujer busco siempre reconciliar el realismo y la abstracción.
Ampliamente reconocibles, las pinturas de Georgia O´Keeffe han merecido siempre una mención especial en el contexto de la pintura contemporánea norteamericana y llaman nuestra atención por la inmediatez que sugieren, por la sensualidad derivada de sus colores y por la recurrencia de sus motivos. Cuestionan lo visible a través de un despliegue de formas enigmáticas que, hasta sus momentos finales, no pudieron catalogarse ni como abstractas ni como figurativas
Se casó con Alfred Stieglitz, el hombre que llevó las vanguardias europeas a Estados Unidos y a su vez fotógrafo que revolucionó este Arte separándolo definitivamente de las otras artes visuales y dándole una personalidad propia. De esa unión creo que Georgia extrajo influencias que serían definitivas en su pintura.
Desarrolló, pero, una personalidad propia. Sus grandes obras de flores y las imágenes de edificios pasaron a ser, tras una estancia en Nuevo Méjico, de paisajes desérticos que a su vez fueron alcanzando cada vez más, la abstracción.
Tras una exposición en Nueva York donde los críticos solo supieron ver sensualidad y sexualidad en sus obras, Georgia O’Keeffe, en un acto de rebeldía contra esa visión tan estúpida de su obra, volvió a la más pura figuración, donde sus flores eran flores, las frutas eran frutas y con una visión muy fotográfica del tema pintó esos temas de una forma. como nunca nadie antes los había pintado.
La Tate hace un recorrido por su obra con más de 100 piezas abarcando de este modo prácticamente toda su trayectoria. Me gustan sobretodo sus flores, los colores son espectaculares.
La lástima, como siempre, es que en el escrito de promoción de la muestra remarca el hecho de que en ella está “Estramonio. Flor blanca nº1” …. la pieza más cara vendida de una mujer…
Dejaremos estas cosas al lado algún día….
