Josep Salvadó Jassans

Volví al MEAM porque la exposición actual es de escultura, en concreto una muestra de la obra de Josep Salvadó Jassans un escultor que, aunque me de vergüenza el decirlo, era hasta ahora completamente desconocido para mí, pobre pieza de polvo de mármol.

Jassans fue un artista de corte clásico y que defendió siempre el realismo en una época muy difícil para esta concepción del Arte. Nació en Alforja (Tarragona) en 1938 murió en 2006.

Discípulo de uno de los grandes escultores catalanes, Joan Rebull, fue también capital por su dedicación a la transmisión del espíritu clásico a las nuevas generaciones.

La exposición es bastante completa y muestra una serie de obras escultóricas, dibujos y bocetos de preparación muy interesantes. Lo primero que me ha llamado la atención es que aun siendo un escultor de corte clásico utilizó materiales muy diversos para su creación, desde la madera y el mármol hasta como no, el bronce o la escayola simplemente. Pero lo verdaderamente interesante es el intento de huir del academicismo y presentar sus obras muchas veces pintadas en color, algo que ahora con los materiales existentes es relativamente fácil pero que hace unos años no lo era tanto y requería de una técnica muy estudiada. Además, en cierto modo, la escultura pintada era un acabado que para los puristas parecía de lo más inadecuado.

Aunque hay obras de todo tipo en cuanto a sexo y edad, pues Jassans toco todos los temas, desde los religiosos, la familia y retratos de gente conocida, la figura femenina es la que más destaca en toda la exposición. Y de manera que llama la atención pues es completamente realista sin concesión alguna al pudor de algunos escultores contemporáneos a nuestro protagonista, como Clará o Marés. La mujer se muestra tal como es.

Con un uso propio del concepto de escultura mediterránea, esencial para entender la figura femenina, Jassans profesa una veneración por el arte griego que no cae, pero, en la copia; su visión de Grecia es siempre viva en las formas de la naturaleza y, más concretamente, en las formas del cuerpo humano. Por eso sus obras aspiran en un espacio atemporal, eterno y clásico, y forman parte de la Grecia imaginada.

Son notables también sus obras de gran tamaño para espacios urbanos donde destacan un par en Reus.

En fin salí dela exposición muy contento de haber conocido la obra de otro de tantos artistas olvidados en este país y al que el Museu Europeu d’Art Modern (MEAM) ha dedicado merecidamente, esta muestra de su obra en su sede del Palacio Gomis en Barcelona.

Además, la visita fue acompañada por la música de fondo de un concierto que como todos los sábados por la tarde organiza esta institución en su salón más emblemático, el salón barroco

MEAM (Museu Europeu d'Art Modern)