Y de golpe, sin esperarlo y mucho menos preverlo, todo cambió. Y esta vez no fue algo inducido por el hombre como una crisis económica o una guerra. Ni fue local, de un territorio concreto o país. Todo se puso al borde del abismo por algo tan natural como un virus, un componente que no sabemos exactamente que es, no es un animal, no es un vegetal, ni siquiera es un mineral pero, eso sí, es un elemento natural. Tan natural y biológico como un elefante o una ortiga. Incluso como cualquiera de nosotros aunque a veces parezca que el planeta no nos importa en absoluto y es algo que no nos incumbe.

Nueva York desierta por el covid-19

Encerrados cada uno en su casa, la situación hizo parar toda actividad normal y la cultura que no deja de ser una actividad humana como cualquier otra, también se vio afectada por esta tesitura.

Pero así como la mayoría de las ocupaciones quedaron reducidas a abastecerse de comida, las actividades culturales siguieron su curso de una manera que podría parecerse a la inmaterialidad. Se colaron por las rendijas de nuestra alma atemorizada, preocupada y aburrida.

De una manera u otra, aparecieron con una fuerza como jamás había ocurrido en todos los hogares. Nos pusimos a leer más que nunca. A ver cine, teatro, danza, más que nunca. A escuchar música en cualquier momento…Todo ello acompañados por nuestros cuadros, esculturas, fotografías que como nunca antes había pasado, nos dimos cuenta de lo bien que lucían ocupando espacios y paredes de nuestras casas.

Las galerías de arte cerradas por el covid-19

Ahora, tras la penitencia, parece que viene el perdón y con él la vuelta a la normalidad y se nos plantea la pregunta. Esa normalidad será igual a la que conocíamos…? Claro que de momento es imposible saberlo pero, seguro, que todo el mundo se plantea esa cuestión,. Más, si todavía no se saben con exactitud las consecuencias de esas semanas de pausa obligada.

En nuestro caso, preparémonos pues para cambios imprevisibles en el mundo del Mercado del Arte.

Durante estos días de confinamiento han salido a la luz numerosos artículos de prensa y escritos en blog, dedicados a señalar la importancia que ha tenido el comercio electrónico durante esta crisis. El aumento de ventas en el mismo y la repercusión que puede tener eso a la hora de volver a la vida cotidiana.

A las Galerías de Arte, parece que se les han abierto los ojos, que remedio…¡¡¡,

Exponer al público las obras de sus artistas por medio de Internet con un interés muy superior al que habían demostrado hasta ahora, reacias siempre por costumbre, a implementar nuevas formas o líneas de trabajo. Todo el sector se ha lanzado a hacer exposiciones virtuales, entrevistas con sus artistas a través de todos los medios sociales y en definitiva llevar por fin su negocio de una forma seria y profesional al mundo virtual y como consecuencia al comercio electrónico. .

El futuro de las galerías de arte

Se entreve, ahora por fin sí, una especia de democratización del Arte, una bajada al mundo real de su comercio. Dejar atrás ese halo de superioridad intelectual que ha marcado muchas veces el quehacer de los galeristas. Por fin, el darse cuenta por parte de todos de que no dejamos de ser una tienda como cualquier otra. Eso sí, que ofrece un tipo de producto que trasciende el mero sentido de la necesidad, que va dirigido a esa parte que nos distingue de otras especies.

Para finalizar, creo que veremos muchas transformaciones en las relaciones en ese triangulo que siempre han formado artistas-galeristas-clientes. En el mundo virtual no necesitamos locales a pie de calle para que nuestros consumidores nos conozcan o nos encuentren. La figura del galerista como intermediario entre el artista y el cliente va a tener que transformarse y ofrecer con más fuerza si cabe, el asesoramiento esencial para que su función tenga el sentido que ha tenido siempre. La obras de nuestros artistas tienen ahora una visibilidad extraordinaria que ya no solo es gracias a las Galerías que los representan sino a ellos mismos que tienen la facilidad de mostrar su trabajo desde cualquier plataforma. Por supuesto no pueden suplantar el trabajo del galerista por muchas razones que podríamos enumerar, entre ellas, la capacidad comunicativa y divulgativa que solo se obtiene con una dedicación completa a ese menester y que el artista no puede tener por falta principalmente de tiempo.

Cambio en las trelaciones de las galerías de arte con clientes y artistas

Seguramente, la relación entre el creador y el vendedor, digamosles por fin con su verdadero nombre, tendrá que variar al mismo tiempo que la costumbre del consumidor y sus mecanismos de compra para la adquisición de obras de arte, variaran sustancialmente.

Todos esos cambios que se avecinan, y volvemos a lo dicho anteriormente, seguro que ayudarán a trasladar el amor por el Arte a más personas y en definitivamente a popularizar sino democratizar esta actividad humana.

Veremos….